¿Has escuchado hablar de los bebés arcoíris? ¿Conoces algún bebé arcoíris? ¿Tienes un bebé arcoíris y no sabias que los llamaban así?, Lapü te quiere contar todo lo que sabe de estos lindos bebés y por que son tan especiales.
Se les denomina bebés arcoíris a aquellos bebés que nacen después de una pérdida por un aborto natural o porque el pequeño muere poco después de nacer.
Son bebés que vienen al mundo después de un proceso de duelo y de un embarazo que, por lo general, se vive con miedo y ansiedad.
Estos bebés iluminan las vidas de sus padres, tal como los arcoíris en el cielo tras una tormenta, siendo así una clara alusión a lo bueno de la llegada de estos bebés después de la tristeza que representa para cualquier persona que vive una pérdida.

Es erróneo pensar que, para los padres, la llegada de un bebé arcoíris es para remplazar la pérdida de su bebé, pero la realidad es que el sentimiento que deja en ellos el luto, es comparable a un hueco en el corazón que es imposible de llenar.
El dolor por la pérdida de un hijo no es algo que se pueda contar ni mucho menos comprender. Por este motivo es importante que las personas que estén cerca a los padres que viven un embarazo después de una perdida, sean empáticos y cuidadosos con los comentarios, que aunque muchas veces son con la mejor intención para animar o consolar, el resultado puede ser opuesto al deseado.
Lo mejor que se puede hacer es acompañar y sobre todo, respetar. Una gestación después de una pérdida supone más desgaste físico y emocional que el habitual. Pero cuando el nuevo bebé llega, llena de luz las vidas de sus padres.
3 consejos fundamentales para recibir a un bebé arcoíris
- Darse tiempo para el duelo y recuperación del equilibrio emocional
Si bien cada caso es distinto, lo ideal sería dejar pasar un tiempo antes de buscar un nuevo embarazo, tiempo que se necesita para recuperarse físicamente y también para vivir un proceso de duelo tras la perdida y así empezar una recuperación emocional.

- Trabajar en el vínculo afectivo.
Es normal que las mamás que han pasado por estas circunstancias cuando se enteran de que están embarazadas nuevamente, sientan miedo e inseguridades.
Por eso es importante buscar un vínculo desde los primeros momentos del embarazo.
Es importante tener acompañamiento profesional ya que el desarrollo de un vínculo afectivo seguro con la mamá es indispensable para el bebé y los padres ya que unos padres tranquilos, seguros y emocionalmente estables, son indispensables para las necesidades del pequeño antes y después del nacimiento.
- Amar sin sobreproteger
La llegada de un pequeño arcoíris a la familia, al ser tan deseado, buscado y amado, puede suponer adoptar una posición de sobreprotección por parte de los padres.
Por buscar el bienestar de su bebé los padres tienden a alejarlos de todo lo que ellos consideran peligroso; ruidos, estimulación o contratiempo que pueda aparecer no solo durante los primeros días de vida, si no también a lo largo de los siguientes años impidiendo así que sus bebés puedan desarrollarse plenamente en todos los sentidos.
Tomar nuevas oportunidades y sonreír gracias a ellas, es el resultado de un proceso que acarrea sanación, tiempo, paciencia y amor. Un bebé arcoíris es la muestra de que luego de la tormenta, llega la calma.